El Rey Corbet de Fallstrom no quiere tener nada que ver con el
matrimonio. Usado como un peón que creció por sus padres para
vengarse el uno del otro, no le interesa entregar a ninguna mujer la
misma arma para usar en su contra. Pero cuando la deliciosa y
curvilínea Lady Gwen despierta su apetito salvaje en una celebración
de dos días entre reinos, decide tomarla como su única amante. Para
siempre.
Piénselo de nuevo, su majestad. A Gwen no le interesa ser la amante
del rey, no importa lo atractivo que le parezca el gran guerrero
musculoso. Necesita encontrar un marido o tendrá que vender la
granja familiar. Si el rey dejara de gruñirle palabras seductoras al oído
el tiempo suficiente, tal vez tendría algo de éxito. Cuando Corbet se
niegue a dejar que Gwen encuentre un marido... y Gwen se niegue a
ser la amante de Corbet... ¿quién se quebrará primero?
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